He llegado a un punto donde mis decisiones pasadas amenazan mi futuro; donde la vida y la muerte se entrelazan y emanan sórdidos recuerdos de historias lejanas. Todo lo que alguna tuvo sentido lo pierde, extrañamente mi subconsciente parte hacia esos lugares de donde me aleje para reconocer mis errores.
Estoy de nuevo en el punto de partida, pero es vez se que sendero seguir: no hay forma de lograr una vida perfecta, pero se puede intentarlo. Y este es el momento. No todos tienen una segunda oportunidad y no estoy dispuesto a sacrificarla en errores que ya he cometido, o por personas que me han llevado a un mundo de sufrimiento y falsas esperanzas. Quizá sea el momento de tomar las decisiones más crueles, pero que a su vez son las más justas: la verdad es el único farol que no deja de alumbrar jamás ; y siempre su luz de esperanza estará sobre mí.
El futuro depende en gran parte de mí; y no dejare que se enturbie nunca, nunca más.